martes, 12 de diciembre de 2017

DEPORTE Y NECESIDADES NUTRICIONALES





Si haces deporte de manera habitual ¡enhorabuena! Hoy no te vamos a contar las virtudes de practicar deporte de forma moderada, seguro que ya las conoces. Pero sí te vamos a dar unos consejos nutricionales para que lo practiques con menos sacrificio, sacandole el máximo provecho, y minimizando molestias y lesiones.

A la hora de hacer cualquier tipo de ejercicio es importante que tu dieta te aporte las cantidades correctas de los nutrientes necesarios, ya que así mejorarás la sensación de bienestar, evitarás lesiones y conseguirás hacer deporte de forma más continuada en el tiempo previniendo la fatiga.

Como regla general podríamos decir que una dieta variada y equilibrada es suficiente para cubrir tus necesidades nutricionales si haces deporte a nivel amateur no profesional. En todo caso el mayor gasto energético y desgaste físico generado por el deporte a ese nivel puede requerir un aumento moderado y equilibrado de las cantidades de tu dieta normal, sin ningún otro ajuste.

A niveles más altos de actividad (semi-profesional o profesional) recomendamos acudir a un nutricionista deportivo que valore la dieta y la ajuste a la persona individual y tipo de ejercicio que realice. Consúltanos si es tu caso, podemos aconsejarte.

Aun así, y de forma general, aquí tienes unos consejos sobre nutrientes clave de la dieta que hay que tener en cuenta cuando se hace deporte:
  • Agua
  • Macronutrientes (hidratos de carbono, grasas y proteínas)
  • Micronutrientes (vitaminas y minerales).

Agua

Es el elemento más importante a tener en cuenta, ya que una ligera deshidratación va a repercutir en fatiga y un menor rendimiento. Es importante que mantengas una ingesta correcta de agua tanto antes, durante como después de hacer la actividad física.

Antes: Toma 400-600 ml de agua o bebida deportiva 1-2 horas antes del ejercicio para comenzar la actividad con una hidratación adecuada.

Durante: Bebe a intervalos regulares y adapta el consumo de líquidos al agua que has perdido, no bebas demasiado o te podrá causar malestar abdominal. No esperes a tener sensación de sed, pues ésta aparece cuando ya te has empezado a deshidratar.

Después: La reposición de líquidos después del ejercicio es fundamental, y cuanto antes empieces mejor. Lo ideal es que te peses antes y después del ejercicio, la diferencia de peso será la cantidad de agua que te falta, y será la que tienes que reponer.
Para reponer el líquido perdido bebe agua, zumos o bebidas azucaradas. Te aconsejamos bebidas con electrolitos (sobre todo sodio), que te ayudarán a retener el agua ingerida y reponer las pérdidas de los electrolitos eliminados por el sudor, además de favorecer la absorción de glucosa. Si sólo bebes agua sin electrolitos, repones poco líquido y fomentas la producción de orina.

Hidratos de carbono

Los hidratos de carbono deben ser tu fuente principal de energía al practicar ejercicio. Éstos se almacenan en el músculo y en el hígado en forma de glucógeno. Nuestro objetivo es que, al empezar el ejercicio, los almacenes de glucógeno en el músculo sean altos. Esto te garantizará una fuente de energía inmediata para tus músculos que retrasará la fatiga y te permitirá realizar ejercicio por más tiempo o con más intensidad sin bajar el rendimiento.

Para mantener tus depósitos de glucógeno altos toma hidratos de carbono complejos (pasta, patata, arroz) 1,5 ó 2 h antes del ejercicio. Estos hidratos de carbono complejos, en su digestión, irán liberando azúcar a la sangre de forma progresiva, lo que mantendrá un aporte duradero de éstos, y facilitará su incorporación a las reservas de glucógeno. En contrapartida su asimilación requiere un proceso de digestión, que puede restarte energías en medio de una actividad física si los ingieres justo antes o durante tu sesión de entrenamiento. Por eso te recomendamos tomarlos con antelación.

Los hidratos de carbono sencillos, o azúcares sencillos (glucosa, bebidas azucaradas, azúcar de mesa -sacarosa-, miel) se absorben prácticamente sin una digestión previa y elevan los niveles de azúcar en sangre rápidamente. Como no necesitas digerirlos para asimilarlos, no te van a restar energías en tu entrenamiento. Estas características los hacen apropiados como aporte de energía justo antes de comenzar el ejercicio o durante el mismo.

Toma hidratos de carbono complejos y con poca fibra para evitar posibles molestias gastrointestinales (patata, cereales refinados como pan blanco, pasta o arroz) con antelación suficiente al entrenamiento o prueba deportiva (1,5-2 h) para que de tiempo a su digestión y a recargar los depósitos de glucógeno del músculo.

Justo antes del entrenamiento o de la prueba deportiva, toma hidratos de carbono sencillos de forma controlada, que van a servir de recurso energético inmediato y no van a mermar tu rendimiento.

Si haces un deporte de resistencia de larga duración es importante que tomes un suplemento de hidratos de carbono durante el ejercicio (a partir de los 40 minutos), así retrasas al máximo la aparición de fatiga ayudando a mantener constante la glucosa en la sangre y mejorando el rendimiento.

Para recuperarte cuanto antes tu entrenamiento o prueba, repón los depósitos de glucógeno muscular agotados justo después del ejercicio, sobre todo en la media hora posterior, tomando hidratos de carbono sencillos (fruta, galletas, zumos…). Así conseguirás una recuperación más rápida, menor sensación de cansancio y estarás preparado para una nueva sesión de entrenamiento antes.

Grasas

Cuando haces deporte las grasas deberían ser entre 1/5 y 1/3 de la energía total ingerida. Las grasas tienen un alto contenido energético, pero requieren de un proceso de digestión más lento y no son una fuente de energía tan inmediata como los hidratos de carbono.

Inclúyelas en tu dieta con moderación, ya que son necesarias por su alto contenido energético (sobre todo en ejercicios de larga duración) y para aportar los ácidos grasos y las vitaminas liposolubles que necesitas.

Intenta no tomar grasas en las horas antes al ejercicio para facilitar el vaciado del estómago y no tener molestias durante el entrenamiento o prueba.

Igualmente no tomes grasas durante el ejercicio.

Las reservas de grasa normalmente son suficientes como para no agotarlas durante el ejercicio, por lo que no es necesario que las repongas específicamente después de éste.

Proteínas

Si eres deportista necesitarás una mayor cantidad de proteínas en la dieta debido a que tienes una mayor cantidad de masa muscular y un mayor gasto de éstas durante el ejercicio físico, pero también tienes mayores necesidades del resto de nutrientes, así que realmente la proporción de proteínas que necesitas en la dieta se mantiene constante. Con una dieta equilibrada tendrás el aporte de proteínas necesario sin hacer ningún ajuste. Come equilibrado como siempre.

Es frecuente que se cometa el error de aumentar la ingesta de proteínas, y se reduzca paralelamente la cantidad de hidratos de carbono con la intención de perder peso sin perder masa muscular. Esta práctica te llevaría a un menor rendimiento deportivo y a una mayor fatiga física. Además, un consumo excesivo de proteínas podría dañarte los riñones, provocarte una mayor pérdida de agua en un sobreesfuerzo renal y un riesgo de deshidratación, con la consiguiente pérdida de rendimiento deportivo. Otras consecuencias no deseadas del aumento excesivo de proteínas en la dieta son la formación de cálculos renales, eliminación de calcio del organismo con el consiguiente peligro de osteoporosis, y el aumento del ácido úrico en sangre (que puede producir gota). Nada recomendable.

Una vez que te hemos convencido de que no es necesario que alteres la composición de tu dieta habitual para enriquecerla en proteínas, sí que puede ser interesante que, tras el entrenamiento o competición, la ingesta de hidratos de carbono que hagas vaya acompañada de proteínas o aminoácidos. Hay estudios que sugieren que así favorecemos la síntesis de glucógeno y de proteínas. Pero insistimos, dentro de las cantidades normales de una dieta sana.

Micronutrientes


Una alimentación variada y equilibrada suele ser suficiente para cubrir las mayores necesidades de vitaminas y minerales que se necesitan. Aun así, si te cuesta llevar una dieta equilibrada puede que necesites recurrir al uso de suplementos.
  • Vitaminas B1, B2 y niacina: intervienen en el metabolismo energético por lo que sus necesidades aumentan en el deportista, debido al mayor gasto por actividad.
  • También es necesario ingerir una mayor cantidad de vitamina B6, porque interviene en el metabolismo de las proteínas.
  • En el deporte se produce un aumento de radicales libres con lo que hay que aumentar la ingesta de nutrientes que poseen actividad antioxidante, como la vitamina C, vitamina E, beta-caroteno, cinc, selenio,...
  • Hay que aumentar el consumo de calcio ya que el ejercicio intenso produce una desmineralización del hueso.
  • La deficiencia de hierro es relativamente frecuente, especialmente en las mujeres por tener unas necesidades más elevadas que los hombres, y si se hace ejercicio físico se necesita en mayor cantidad.



  
Otros suplementos

A parte de los nutrientes existen sustancias que se utilizan como complementos en situaciones de esfuerzo muscular y puedes encontrar en suplementos alimenticios para deportistas:

Creatina

La creatina normalmente es aportada por la dieta (carnes y pescados) y es una eficaz ayuda en ejercicios muy breves e intensos separados por cortos intervalos de recuperación, como en el entrenamiento con pesas o en deportes en los que el trabajo se desarrolla de forma intermitente (fútbol, baloncesto, tenis…).
También se emplea para lograr un aumento de la masa muscular cuando se inicia un entrenamiento de resistencia. Es importante señalar que el empleo de este compuesto no debe sobrepasar las dosis seguras ya que puede dañar los riñones.

Carnitina

Se trata de un compuesto necesario para la metabolización de las grasas y normalmente lo obtenemos de la dieta (carnes, lácteos) o lo sintetiza el propio cuerpo. Sin embargo, su aporte extra en forma de suplementos no ha demostrado ningún tipo de efecto positivo sobre la resistencia.

Aminoácidos ramificados

Ingerir aminoácidos ramificados (leucina, isoleucina y valina) antes y después del deporte, además de incrementar la síntesis proteica tras el ejercicio, parece disminuir el daño muscular producido como consecuencia del mismo.

También se los ha relacionado con una disminución de la sensación de fatiga.

Sin embargo, no se ha podido demostrar la eficacia de su uso en el rendimiento deportivo.

Beta-hidroxi-beta-metilbutirato (HMB)

Este compuesto parece que actúa inhibiendo la degradación de la proteína del músculo e incrementa la masa magra y la fuerza. Tendría mayor efecto en personas que van a iniciar un entrenamiento que en aquellas con entrenamiento previo.

Sin embargo, los resultados de los estudios que contemplan la suplementación con HMB son contradictorios, no existiendo resultados concluyentes.

Cafeína

La cafeína mejora la alerta, la concentración y la memoria reciente. Administrada 45-60 minutos antes del ejercicio aumenta el rendimiento deportivo, tanto en deportes de resistencia como en ejercicios intensos de corta duración. Estimulando el sistema nervioso central, aumenta el consumo de grasas y retrasa el consumo de glucógeno. Mejora la contracción muscular y reduce la sensación de esfuerzo y la percepción del dolor durante el ejercicio.

No se debe abusar de ella pues puede provocar efectos adversos como insomnio, alteraciones gastrointestinales, irritabilidad, dolor de cabeza, arritmias, temblores musculares y alucinaciones.

Bicarbonato y citrato sódico

El bicarbonato y el citrato sódico mantienen el pH muscular. El ejercicio intenso hace que disminuya el pH de la sangre y especialmente el pH muscular, lo que provoca la aparición de fatiga. Al mantener el pH, estas sustancias pueden retrasar la aparición de fatiga y mejorar el rendimiento deportivo, especialmente en ejercicios de corta duración y alta intensidad.

Las altas dosis, especialmente de bicarbonato sódico, pueden provocar trastornos gastrointestinales, con náuseas y diarrea, pero depende de la sensibilidad del individuo y se suelen ver atenuados cuando los suplementos se consumen con agua, preferiblemente con algo de hidratos de carbono.


Y entonces… ¿Cómo hago?

Después de leer todo esto te parecerá que adaptar tu dieta a la práctica deportiva es una tarea muy complicada sólo apta para los profesionales. Nada más lejos de la realidad.

Sólo es necesario que ajustes las cantidades de comida de tu dieta equilibrada, sana y variada, al mayor gasto energético y desgaste físico que supone el deporte.

Hidrátate bien antes, durante y después de la actividad.  

Y si quieres seguir nuestros consejos, existen en la farmacia suplementos deportivos de calidad que te ofrecen soluciones sencillas y adaptadas a tu actividad.

Ven y te ayudaremos a encontrar el mejor para ti con la calidad y la confianza de la farmacia.

lunes, 27 de noviembre de 2017

DERMATITIS ATÓPICA

La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria de la piel que suele comenzar en la infancia. La mayor incidencia se da en los bebés, pero se puede dar durante toda la vida. Aún así suele mejorar con la edad, habiendo una mejoría en la pubertad y posteriormente en la madurez.

Su causa es una alteración de la sustancia que hace de cemento entre las células de la piel, lo que lleva a que ésta tenga una estructura alterada y no cumpla correctamente sus funciones de aislamiento y barrera protectora frente al exterior. Como resultado la piel se seca y es más sensible a cualquier sustancia irritante externa.


En los periodos en los que se manifiesta esta enfermedad (brotes), en la piel aparecen zonas enrojecidas y con descamación (eccemas), sequedad y picor intenso. El picor suele llevar al rascado lo que altera aún más la piel y facilita la penetración de patógenos provocando una infección local.
Los periodos en los que no se manifiestan estos síntomas se conocen como interbrotes o periodos de remisión cuya duración es variable.
Con las adecuadas medidas higiénicas y de hidratación se puede conseguir que los brotes sean más suaves y hacer más largos los periodos interbrotes.

La piel afectada en los brotes de la enfermedad suele presentar una distribución muy concreta y característica, que va cambiando con la edad, como se puede ver en la figura:


TRATAMIENTO

El tratamiento de la dermatitis es muy sencillo, pero requiere de mucha constancia. El objetivo es reducir la duración e intensidad de los brotes y espaciarlos lo máximo posible e incluso evitar que se produzcan.

Si crees que tú o tu hijo/a puede padecer esta enfermedad, es conveniente que acudas al médico para un correcto diagnóstico. Existen otras enfermedades de la piel que pueden parecerse a la dermatitis atópica que nos pueden confundir. El dermatólogo te indicará que tratamiento es más recomendable y que precauciones debes tener para reducir al mínimo la enfermedad.

Normalmente, y dependiendo de la intensidad de la enfermedad, en el momento del brote suele ser necesario aplicar un tratamiento con medicamentos específicos prescritos por el médico. Es frecuente que se prescriban cremas con corticoides. No te preocupes, los corticoides actuales son medicamentos muy seguros y eficaces que aplicados en crema no se absorben más allá de la piel, y no presentan ningún problema aplicados por el tiempo que te indica el médico. Como medida genérica para la aplicación puedes usar la regla de la falangeta: la cantidad de crema depositada formando un trazo continuo a lo largo de la última falange del dedo índice de un adulto puede tratarse una superficie de piel correspondiente a las 2 manos de un adulto. No tengas miedo, usa la crema que te indique el médico sin acortar el tiempo de uso ni aplicar menos de la necesaria.
En las zonas donde no tenga dermatitis atópica aplica la crema hidratante que usas habitualmente en el periodo entre brotes.



No descuides los periodos entre brotes. En estos periodos, al no sufrir la enfermedad, solemos relajarnos con los cuidados y no deberíamos. Es necesario cuidar la piel y tener unos hábitos adecuados para evitar la aparición de los brotes:

  • Es importante tener la piel bien hidratada. Una piel hidratada estará más sana y
    cumplirá mejor su función protectora. Para ello lo ideal es usar cremas o lociones hidratantes específicas para la atopía. Las encontrarás en tu farmacia. Pero también puedes usar otras no específicas siempre que sean hipoalergénicas o que tengan una formulación cuidada para hidratar evitando perfumes y otros componentes que pueden dar problemas. En función de la sequedad de la piel usa cremas (muy seca) o lociones (menos seca), pero siempre el producto ideal será aquel que uses diariamente. Por muy bueno que sea no será efectivo si acaba abandonado en el baño.
  • No descuides el jabón en la ducha. Un jabón agresivo va a eliminar la barrera protectora de la superficie de la piel exponiéndola a agentes externos. Usa jabones específicos para atopía, o syndets (jabones sintéticos). Al igual que las cremas es importante que sean hipoalergénicos, no contengan parabenos, colorantes o perfumes.
  • Para los niños es recomendable que la temperatura del baño sea de 30-35ºC (evita baños muy calientes) y de no más de 15 minutos. En la ducha no te demores más de 5 minutos, para evitar una mayor deshidratación de la piel. No uses esponjas y seca el cuerpo suavemente, sin frotar, mejor con toquecitos.
  • Lo ideal es usar ropa 100% algodón y evitar lana y tejidos sintéticos
  • Evita el uso de suavizantes en la colada y aclara bien la ropa.
  • En casa elimina en lo posible el polvo y los ácaros (evitar alfombras y peluches). La habitación debe estar a una temperatura templada y bien ventilada, evita los cambios bruscos de temperatura y el ambiente seco.
  • En verano, el sol y el agua del mar, son beneficioso para la dermatitis y los eccemas, pero cuando las lesiones supuran pueden infectarse con lo que es recomendable evitarlos. Por otro lado, el cloro de la piscina reseca la piel. Es muy importante usar una fotoprotección que esté testada en pieles atópicas e hidratar con aftersun y la crema específica.
  • El frío, el viento seco y los cambios de temperatura, agravan la dermatitis
  • Tanto los padres de niños con dermatitis atópica, como los niños, debéis llevar las uñas siempre cortas y limpias para evitar lesiones (sobre todo al rascarse); evita también productos irritantes como los perfumes.
  • Es muy recomendable prolongar la lactancia materna, pues aumenta las defensas del bebé y evita alergias.
A día de hoy no existe un tratamiento definitivo para la dermatitis atópica. Suele mejorar o desaparecer con la edad, y la constancia en los cuidados es el mejor tratamiento. Es importante que pases por el médico para tenerla bien diagnosticada, y una vez conocida, integra en tus hábitos diarios los cuidados mencionados. Si tu hijo/a es quien la sufre, acostúmbralo a cuidarse él mismo en cuanto tenga edad para hacerlo, y que sea una rutina más en su higiene diaria. Es la mejor garantía para tener la dermatitis atópica olvidada.

Si necesitas más información te recomendamos la página web de la fundación Dermatite Atopique, http://www.fondation-dermatite-atopique.org/es, tiene explicaciones muy claras y sencillas que te ayudarán con esta enfermedad. 

Escuelas de atopía

En Coruña, en el Hospital Abente y Lago, tenemos la suerte de tener una de las Escuelas de Atopía que hay en España.

La escuela de la atopia es un lugar tanto para los padres como para los niños, dentro del hospital, en el que podréis contar y resolver vuestros problemas con las dificultades del tratamiento, el temor a los dermocorticoides, la falta de conocimientos y el aislamiento, que a menudo puede angustiar a padres y niños. Los niños necesitan expresarse sobre su enfermedad, su día a día, sus temores. En esta escuela de atopía encontraréis atención, consejos, profesionales con los que hablar y dispuestos a ayudaros. Allí un equipo de profesionales sanitarios estará a vuestro servicio con el fin de responder expresamente a vuestra problemática:

  • Desdramatizar la enfermedad.
  • Comprender la enfermedad y su evolución.
  • Comprender bien el por qué de la prescripción del tratamiento y seguirlo adecuadamente.
  • Comprender bien la importancia de los consejos y respetarlos debidamente: higiene diaria, aplicación del emoliente.
  • Hacer todas las preguntas pertinentes para vivir mejor la enfermedad a diario.

La educación terapéutica es muy útil para garantizar una mejor gestión de la enfermedad a largo plazo, y mejorar al mismo tiempo el seguimiento del tratamiento y la calidad de vida de los pacientes y sus familias. Aprovéchala.
Podrás tener una consulta individual, donde se establecerá una relación entre en paciente o cuidador con el servicio médico,una evaluación y posterior seguimiento, o talleres colectivos donde podrás exponer tus dudas y contar tu experiencia.

Si quieres ponerte en contacto con este servicio llama al telefono 981178000 o manda un email a eduardo.fonseca.capdevila@sergas.es, médico responsable de la escuela.
Y si tienes alguna duda, ya sabes, ven y te informaremos encantados.


viernes, 20 de octubre de 2017

ESTAMOS POR TUS HUESOS


La osteoporosis es un proceso caracterizado por pérdida de masa ósea que puede causar dolor, en especial en la parte inferior de la espalda, fracturas, pérdida de estatura y diferentes deformaciones. Con mayor frecuencia sucede en mujeres posmenopáusicas y en personas sedentarias o inmovilizadas.
Cuanto mejor sea la formación de masa ósea en época de crecimiento, mayor será para la madurez. En los huesos interviene además de las proteínas del colágeno, el calcio, el magnesio y el fósforo, por ello serán aconsejables alimentos ricos en estos elementos. La relación del calcio y fósforo en  el alimento tiene que ser lo más próximo a 1, esto ocurre en los alimentos vegetales mientas que en la carne y pescado hay más fósforo y menos calcio, que produce una reducción de la absorción del calcio.

ALIMENTOS RICOS EN CALCIO
  • Coco, alfalfa, coles y naranjas son ricos en calcio y magnesio.
  • Soja, garbanzos, judías, acelgas
  • Sardinas en conserva, gambas, langostinos, almejas, berberechos.
  • Leche también rica en vitamina D y lactosa, que aumenta la absorción  del calcio.
  • Almendra que además de poseer calcio es alcalinizante favoreciendo la retención del calcio, pistachos.
  • Quesos frescos y curados, cuajadas, yogures y leche de almendras que además contienen proteínas.
ALIMENTOS RICOS EN VITAMINA D (Ayuda a absorber el calcio)
  • Aceites de pescado (salmón, sardinas, atún)
  • Leche, mantequilla.
  • La exposición al sol ayuda a la síntesis de vitamina D por eso hay que tomar baños de sol.
  • Alimentos ricos en vitamina B6 yB12, necesarias para la formación de hueso.
Debemos realizar ejercicio físico regularmente para mantener un estado de vida saludable, ayudando a todas las funciones del organismo, para evitar la pérdida de masa ósea que ocurre en personas sedentarias.
Un alimento importante es la soja y sus derivados, como el tofu, con propiedades remineralizantes principalmente por la acción estrogénica de las isoflavonas y, está muy indicado en mujeres menopáusicas.
El boro parece que facilita a la absorción del calcio y está presente en las manzanas.

ALIMENTOS A CONTROLAR
  • Las carnes, pescados y mariscos por el exceso de fosforo y porque acidifican la orina y la sangre. El organismo compensa este efecto liberando minerales alcalinizantes como el calcio, de los huesos, favoreciendo la pérdida de este mineral.
  • El exceso de sal y el café también acidifican la orina y este último disminuye la absorción del calcio en el intestino.
  • El salvado de trigo contiene ácido fítico que disminuye la absorción del calcio.
  • Las espinacas y las acelgas que a pesar de contener calcio tienen ácido oxálico que dificulta su absorción.
  • Hay que favorecer el uso de azúcares sin refinar por ser más ricos en minerales y no reducir los depósitos de calcio
  • Bajo el efecto del alcohol se forma menos huso del que se destruye.
  • Los quesos curados no son recomendables por tener elevadas cantidades de grasa y de sal.
  • Las grasas con el calcio en el intestino forman jabones que impiden su absorción.
  • Por último, el chocolate es rico en azúcares, grasas y acido oxálico y, por todo lo comentado anteriormente, deberíamos evitarlo.

Si tienes alguna duda no dudes en consultarnos.