Unos buenos hábitos respecto al sueño
hacen que nuestro sueño sea reparador y nos van a facilitar el conciliar el
sueño o bien el mantenerlo.
Consejos para una buena higiene del sueño
Mantén unos horarios regulares siempre que el trabajo y las
obligaciones lo permitan. Hay que dormir un número de horas suficiente,
normalmente entre 7 y 8 horas, aunque hay gente que duerme 6 y otras que
necesitan 10 horas. El exceso de sueño tampoco es aconsejable.
En la cama duerme. El
realizar otras actividades en ella como ver la TV, trabajar con el
ordenador o jugar a la consola.
Busca un entorno adecuado, sin exceso de ruido o de luz,
con una temperatura y un porcentaje de humedad ambiental óptima, un
colchón y una almohada adecuada, etc.
Relájate
en el momento
de ir a dormir. Si acabas de hacer una actividad excitante,
conviene que te relajes. Intenta librarse de las preocupaciones. Existen
infusiones o comprimidos a base de plantas que te pueden ayudar a
relajarte.
Con los niños no utilices el “a la cama” como un castigo ya
que estas facilitando que se produzcan alteraciones en su patrón de
sueño.
Sigue una dieta equilibrada. Cena ligero antes de
acostarte, conviene que entre la cena y el ir a la cama haya pasado el
tiempo suficiente para que hagas la digestión, no comas alimentos muy
grasos o pesados antes de irte a la cama, no es buen meterse a dormir
tampoco con hambre. La leche y los derivados lácteos, que contienen
triptófano, son aconsejables en la cena porque ayudan a conciliar el sueño.
El consumo de excitantes, exceso de tabaco, alcohol y de
sustancias adictivas no es adecuado para el sueño.
Realiza de ejercicio físico
de forma regular, es fundamental para
nuestro cuerpo. Facilita que llegues un poco más cansado y te
cueste menos dormir. Lo que no es conveniente es realizar
importantes esfuerzos físicos poco tiempo antes de ir a dormir, ya que
el organismo
seguirá activo y tendrás que esperar a relajarte antes de dormir.
No vayas a la cama si no tienes sueño. Es preferible
aguantar un poco más, esperar a relajarte y a tener la sensación
de sueño.
Cuando no puedes dormir al meterte en la cama o bien si te has despertado por la noche, debes intentar relajarte, no pensar
en nada. Si pasados unos minutos te desesperas, das miles de vueltas
y no concilias el sueño, es preferible que te levantes y esperes a relajarte para
volver a la cama.
Las siestas son recomendables siempre que duren entre 20 y 40
minutos como mucho, cuando nos echamos 2 horas de siesta, es muy probable
que esa noche duermas mal.
Si sufres de "jet lag" por viajar
frecuentemente a zonas con horarios diferentes, o tienes turnos de
trabajo con horarios variables puedes regular tu sueño con comprimidos
de melatonina que es una hormona segregada por nuestro cuerpo cuando
oscurece y está directamente relacionada con el sueño.
Se constante a la
hora de aplicar los consejos de la higiene del sueño para que surtan
efecto, no obstante, si durante un periodo superior a un
mes no notas mejoría, es conveniente que consultes al médico para
descartar problemas.
Aplica la lógica, si no puedes dormir por un problema... soluciónalo o apártalo de tus pensamientos a la hora de dormir.
Esperamos haberte ayudado a que descanses mejor, y ya sabes, ante cualquier duda... ¡consúltanos!
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