viernes, 14 de noviembre de 2014

Mantén la diabetes a raya!


¿Qué es la diabetes?

La diabetes es una enfermedad crónica en la que tu cuerpo no produce suficiente insulina o no la utiliza con eficacia. Y la insulina la necesitamos para que la glucosa de los alimentos pase a las células del organismo y se convierta en energía para que funcionen los músculos y los tejidos.

Existen varios tipos de diabetes. En la diabetes tipo I tu cuerpo no produce la insulina que necesita y tienes que aportársela mediante inyecciones diarias. En la de tipo II, más común, la insulina producida por tu cuerpo no es suficiente o no hace el efecto necesario en el organismo. En estos casos, para controlar el azúcar en sangre, suele ser suficiente una dieta sana y el aumento de la actividad física. Sólo si la diabetes de tipo II está más avanzada se necesitan necesitan dosis diarias de insulina.

En todos los casos, el objetivo es mantener unos niveles de azúcar en sangre normales, lo que te asegurará una vida normal evitando las complicaciones de salud derivadas de la diabetes.

¿Podría tener diabetes?

La diabetes se diagnostica midiendo los niveles de azúcar en sangre. Si crees que tienes varios de los síntomas de la figura, acércate a la farmacia y consúltanos o acude a tu médico.


  • La diabetes no siempre es hereditaria, pero existen antecedentes familiares, además de factores como la edad o el sobrepeso, que influyen en su aparición.
  • Es una enfermedad que exige un poco de disciplina. Sin embargo, con autocontrol, unas pautas dietéticas y de ejercicio adecuadas, además de la supervisión del médico y del farmacéutico, es posible llevar una vida normal.
  • No se trata de comer menos, sino de comer mejor:
  1. La dieta de un diabético tendrá que ser saludable, es decir, variada y equilibrada, así como baja en grasas, sal y alcohol. Los alimentos ricos en azúcar, así como los fabricados a base de cereales refinados (como bollería, pan blanco o pastas), incrementan la glucosa en sangre de forma muy rápida. Es preferible consumir cereales integrales, frutas y verduras, ya que incrementan la glucosa en sangre de forma más lenta. Es decir, se aconseja la ingesta de alimentos con carbohidratos complejos y disminuir los alimentos ricos en carbohidratos simples, para reducir los “picos” de glucosa en sangre después de las comidas.
  2. Haz cinco comidas al día: desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena (si te administras insulina tendrás que tomar algo antes de acostarte).
  3. Puedes comer lo mismo que tu familia, aunque deberás ingerir en menor cantidad determinados alimentos (pasta, arroz, patatas, legumbres). Para no quedarte con hambre, esos días puedes tomar de primero una ensalada.
  4. Planifica la comida de la semana para no caer en la monotonía y cumplir con las pautas recomendadas. 
  5. Si te resulta complicado todo esto disponemos en la farmacia de un servicio elaboración de dietas personalizadas gratuíto. Pide cita y nuestra nutricionista te ayudará a seguir estas pautas.
  • Practica ejercicio físico todos los días (por ejemplo, caminar durante una hora). Si no puedes, porque te cansas o te duelen las piernas, hazlo gradualmente; cada día un poco más, aunque tengas que descansar o sentarte un rato.
  • Se consciente de que un buen control de la diabetes no implica sólo cuidar el azúcar en sangre. La prevención de las complicaciones asociadas a la diabetes requerirá la vigilancia y el control de distintos “signos de alerta”. Por ello, sigue las pautas de autocontrol y de tratamiento recomendadas y, en caso de observar algún síntoma que te preocupe, acude a tu médico o pregúntanos.
  • Los pies constituyen una de las partes del cuerpo que más problemas pueden originarte. Muchas veces se pierde sensibilidad en ellos, de manera que puede que no te percates de pinchazos, roces, cortes u otras alteraciones. Por lo tanto, deberás cuidarte con especial esmero para evitar la aparición de erosiones, infecciones y en último término gangrena. Revisa tus pies todos los días y consúltanos cualquier problema o duda.
  • Tan malo es tener el aúcar alto en sangre como tenerlo bajo (hipoglucemia). Los síntomas de niveles de azúcar bajos en sangre son muy diversos; no se presentan de igual forma en todos los diabéticos ni en cada episodio. Es importante que cada diabético sea capaz de identificar cuándo se inicia una bajada de azúcar en sangre para actuar con rapidez y autonomía. Los síntomas pueden ser, en las hipoglucemias leves o moderadas: sudoración, cosquilleos, temblor, nerviosismo, ansiedad, palpitaciones, hambre o calor. En las hipoglucemias graves: confusión, alteraciones del habla y del comportamiento, convulsiones, somnolencia o coma.

    Y como siempre consúltanos si tienes alguna duda!





miércoles, 12 de noviembre de 2014

Apaga la acidez de tu estómago


La acidez gástrica se manifiesta por la sensación de ardor, calor o quemazón, a veces dolorosa, localizada en la zona abdominal. Algunas veces puede ir acompañada de regurgitación hacia la boca con sabor ácido o amargo. Si no se trata correctamente puede llegar a producir inflamación del esófago e incluso úlceras esofágica.

Se produce por diversas causas. Algunas de ellas requieren un tratamiento recomendado por el médico como son problemas de cierre del esfínter esofágico inferior, una mayor sensibilidad de los nervios de la mucosa esofágica, y diversas patologías digestivas, como hernia de hiato, gastritis, úlceras, presencia de la bacteria Helicobacter pylori, origen viral, etc.

Otros factores son externos y sobre éstos podemos actuar, reduciéndolos o evitándolos.


RECOMENDACIONES
·         Evitar las comidas con elevado contenido en grasas.
·         Evitar las comidas muy condimentadas (pimienta, mostaza, vinagre, etc.)
·         Evitar las carnes rojas, embutidos, la bollería industrial, leche y lácteos no desnatados.
·         Evitar las comidas copiosas, es mejor comer más veces y  menos cantidad.
·         Comer despacio, sentado, con tiempo y masticar bien.
·         Respetar el horario de las comidas y evitar el ayuno.
·         Evitar consumir alimentos y bebidas muy calientes o muy fríos.
·         Evitar echarse después de comer, se recomienda cenar dos o tres horas antes de ir a la cama.
·         Evitar ropas ajustadas y cinturones apretados.
·         Evitar la obesidad y el sobrepeso.
·         Restringir las bebidas carbónicas.
·         Reducir el café, el té, el chocolate, las bebidas con cafeína, menta.
·         Evitar el alcohol y el tabaco.
·         Restringir las frutas ácidas así como sus zumos.
·         Evitar del tomate frito y preparados con tomate como el ketchup.
·         Aumentar el consumo diario de verdura, patata y frutas no ácidas.

Hay algunos medicamentos y fármacos que acentúan la acidez gástrica como son algunos antiinflamatorios, salicilatos, corticoides, anticonceptivos orales, suplementos de hierro, etc. Consulta a tu médico ante la presencia de sangre en las heces, dolor muy intenso, pérdida de peso, vómitos o diarrea persistente.

Y como siempre acércate a la farmacia y te ayudaremos con cualquier duda, o nuestra nutricionista te asesorará gratuitamente. Pide cita.

lunes, 27 de octubre de 2014

Que tu alimentación... ¡no te suba la tensión!



Hoy te vamos a dar unas recomendaciones para cuidar tu tensión arterial mediante la alimentación

La presión arterial llamada normalmente tensión es la fuerza ejercida por la sangre circulante sobre las paredes de las arterias. Se considera hipertensión siempre que la presión sistólica sea mayor de 140,0 mm de mercurio y /o la presión diastólica mayor de 90,0 mm de mercurio.

Si tienes problemas de hipertensión controla el consumo de sal, la cantidad máxima de sal debería estar entre 5 y 6 gramos diarios. Procura evitar los alimentos ricos en sodio como el jamón serrano, embutidos, queso camembert, bacón, queso cheddar y espinacas.
Dentro de los vegetales, los que poseen efecto diurético están más indicados en la hipertensión, como es el caso del apio, berenjena, melón, sandía, puerro, espárrago, granada y pera. Otros alimentos que nos ayudan a combatir la hipertensión son arroz, guayaba, manzana y el grupo de coles: col de Bruselas, col común, brécol, lombarda, coliflor, col rizada, etc. Son ricas en potasio, calcio y magnesio, pobres en sodio, y favorecen la eliminación de líquidos.

RECOMENDACIONES PARA REDUCIR EL CONSUMO DE SAL

  • Evita la sal educando poco a poco el sentido del gusto.
  • No coloques el salero en la mesa, evitarás tentaciones.
  • Compra alimentos procesados sin sal: pan sin sal, mantequilla sin sal, frutos secos sin sal...
  • Evita las conservas y alimentos industriales con aditivos añadidos ricos en sales de sodio, como alginato sódico, benzoato sódico, glutamato monosódico y otros. Las bolsas de patatas, maíz y otros snacks son muy ricas en sodio (ver etiquetado).
  • Usa sustitutivos de la sal como sales dietéticas con cloruro y yoduro potásico (que tienen menor proporción de sodio). Cuidado si padeces diabetes o insuficiencia renal, pues el exceso de potasio puede ser perjudicial. También puedes utilizar sales de hierbas con la mitad de sodio.
  • Usa otros condimentos: limón, hierbas aromáticas, ajo y cebolla. Tanto la pimienta como otras especias picantes están contraindicadas

OTRAS RECOMENDACIONES

  • Reduce el consumo de alcohol, pues actúa como hipertensor.
  • Reduce el exceso de peso manteniéndote dentro del índice de masa corporal (IMC). Nuestra nutricionista te puede ayudar.
  • Evita fumar ya que la nicotina contrae las arterias por efecto vasoconstrictor.
  • Consume alimentos diuréticos para eliminar agua y líquidos del organismo, como la berenjena, sandía, alcachofa, apio, coles, espárragos, manzana, melocotón, melón, níspero, pera y uva.
  • Realiza una comida al día a base de fruta fresca.
  • Aumenta el consumo de verduras, legumbres y ensaladas ricas en fibra.
  • Evita las bebidas estimulantes como el café, te, etc. y los alimentos en salmuera como las aceitunas, pepinillos, berenjenas de Almagro y encurtidos en general.
  • Sigue estrictamente la posología del medicamento o medicamentos prescritos por el médico para la hipertensión.
  • Y no te olvides de realizar alguna actividad física diaria según tus condiciones físicas. Además de tu corazón, tu cuerpo te lo agradecerá.


Con estas sencillas recomendaciones, y la ayuda de tu médico, esperamos que mantengas a raya tu presión arterial. No dudes en visitarnos para pedirnos consejo ante cualquier duda, o pide cita con nuestra nutricionista para un control personalizado de tu dieta.


miércoles, 24 de septiembre de 2014

Quítate los piojos de la cabeza!


El piojo de la cabeza es un parásito que vive entre los cabellos. Tiene de 2 a 4 mm de longitud, es de color grisáceo, parduzco y sin alas. Se alimenta de sangre que chupa de la piel de la cabeza cuando pica a las personas. Se reproduce rápidamente; cada hembra pone de unos cien a trescientos huevos, llamados liendres, que son de color blanco y están fuertemente adheridos al pelo.
 El síntoma principal es el picor del cuero cabelludo, producido por la irritación de la saliva que el insecto deposita en la herida de la picadura. La irritación puede ser tan intensa que, al rascarse, se pueden producir rasguños en la piel e infecciones bacterianas.
Se contagian por contacto directo, cabeza-cabeza, cepillos, ropa…

 
CÓMO DETECTARLOS
Examina minuciosamente la base de pelo, mechón a mechón, con la ayuda de una lendrera (peine de púas estrechas).

Presta especial atención a la zona de la nuca y detrás de las orejas.

Sacude enérgicamente el peine en el lavabo o encima de un papel blanco para ver si hay algún piojo.

Limpiar la lendrera en el grifo para que el agua arrastre los posibles piojos.


PREVENCIÓN
Si no tuviera piojos pero hubiera riesgo de contagio (comunicación del colegio de los niños, familiares con piojos, etc) se recomienda usar un repelente. Su efecto dura 3-4 días con lo que se puede usar un par de veces por semana y siempre sobre el cabello limpio y seco. Centrarse en la nuca y detrás de las orejas.

También se puede usar como repelente el aceite de árbol de té colocando directamente unas gotas en la nuca o detrás de las orejas o añadiendo unas gotas al champú habitual.

TRATAMIENTO
Úsalo SÓLO en el caso de que aparezcan piojos, si no pueden aparecer resistencias.
Los tratamientos habituales consisten en aplicar una loción, lavar con un champú y terminar con el uso de la lendrera. En mujeres embarazadas y niños menores de 1 año se recomienda usar sólo lendrera.
La loción la aplicaremos sobre el cabello seco efectuando un ligero masaje. Cubriremos la cabeza con un gorro de plástico, ya que una toalla puede absorber el producto y lo dejaremos actuar en función del tiempo que indique el fabricante.

Aplicaremos el champú de tratamiento como un champú normal y lo dejaremos actuar unos minutos. Aclararemos el cabello y tras secarlo con una toalla se recomienda pasar la lendrera por todo el cabello para retirar liendres y piojos muertos.
Dejaremos secar el pelo al aire libre.

Se recomienda repetir el tratamiento a los 8 ó 10 días ya que las liendres eclosionan a los 7 días y así nos aseguraremos de que no queda ningún piojo vivo.

Los tratamientos pueden ser:

Productos de acción química

Permetrina. Es el producto recomendado por la Organización Mundial para la Salud (OMS) y el más conocido. Se recomienda su uso a partir de los 2 años, y con precaución en menores de 2 años.

Malatión. Es el de acción más potente por eso no se debe usar en menores de 2 años y se recomienda usar con precaución en menores de 6 años.
             
 Productos de acción física

 Dimeticonas. Provocan la asfixia del  piojo, no se deben usar en menores de 1 año.

            Extractos vegetales como el aceite de coco o de anís que provocan la asfixia del piojo pero con escaso poder ovicida para matar las liendres. Se recomienda su uso a partir de los 2 años. 


Consideraciones adicionales
                                                          
Es necesario lavar la toda la ropa y utensilios que haya estado en contacto con la persona que presenta piojos: peines, cepillos del pelo, diademas, horquillas, coleteros, sábanas, etc., con agua caliente para evitar posteriores contagios.

Es importante que ante el primer síntoma o sospecha de infestación por piojos de nuestro hijo, debemos dar la voz de alarma en el colegio para intentar frenar cuanto antes esta epidemia y que no haya más casos.