jueves, 21 de febrero de 2019

LOS DIENTES DE TU BEBE


Un tema que os preocupa habitualmente a los padres es la salida de los primeros dientes de vuestro bebé. Es algo molesto que vuelve a los niños irritables, y les da ganas de morder con la intención de aliviar esa molestia.
Aunque no sean los dientes definitivos, los primeros dientes requieren cuidados y atención. El bebé los necesita para masticar, pero también tienen la función de hacer sitio a los dientes definitivos y son necesarios para aprender a pronunciar bien.

La fecha de salida del primer diente varía de unos niños a otros, pero por término medio el primero en salir lo hace sobre los 6 meses. Los primeros dientes hacen que la lengua se coloque más atrás dentro de la boca, y el bebé va perdiendo el reflejo de chupar para empezar a masticar y tragar.
Los bebés aprenden a masticar a medida que aparecen los dientes y los músculos faciales maduran. Entonces es cuando hay que ir incorporando alimentos sólidos según el bebé vaya creciendo, de forma que irá entrenando la acción de masticar.

Calendario de dentición 


Señales de que el diente va a salir

Uno o dos meses antes de brotar el primer diente, puede ser que vuestro hijo empiece a llevarse a la boca todo lo que cae en sus manos y a mordisquearlo con ansiedad.
Los dientes de leche pueden aparecer sin producir síntomas, sin embargo en muchos bebés pueden presentar signos de irritabilidad (que le puede producir insomnio), décimas de fiebre, falta de apetito e irritación en la encía, lo que le llevará a querer frotársela con los dedos o algún objeto. Esto provoca un babeo excesivo, pudiendo aparecer irritadas las zonas alrededor de la boca por efecto de la saliva. Para evitarlo existen cremas peribucales específicas que reparan esa zona de la piel y la protegen.




Algunos padres nos preguntáis si la salida de los dientes puede provocar en vuestro hijo las conocidas como "cacas ácidas", es decir, unas deposiciones más liquidas, amarillentas y que les producen una mayor irritación en el culete. Esto no está demostrado, la única alteración que puede aparecer es que sean más pastosas debido a la mayor salivación.

Consejos para aliviar la molestia de la dentición de tu bebé

  • Límpiale la baba y mantén su cara seca para prevenir la irritación de la zona peribucal. Si aparece una erupción o irritación trátala adecuadamente con una crema específica. Consúltanos y te indicaremos cuáles van bien.


  • Dale un objeto para masticar, como los mordedores. Los hay tanto de goma como mordedores fríos, que tienen líquido en su interior y si los metes en la nevera, además de algo para morder, les proporcionarán frío que les calma la inflamación. 

  • Alimenta a tu hijo con comidas blandas y frías como compota de frutas o yogur si ya ha iniciado la alimentación con sólidos.

  • Existen geles para la dentición. Coloca estos geles sobre las encías del bebé y le aliviaran en el caso de seguir teniendo dolor.



Lo que no debes hacer:

  • No coloques nada congelado en sus encías.
  • No frotes alcohol sobre las encías de tu bebé.

 Cuidado y limpieza de los dientes del bebé


Nunca es demasiado pronto para empezar a cuidar los dientes de tu hijo.

  • Humedece una gasa  y limpia los bordes de los dientes de tu bebé.  Recuerda que también debes limpiar las zonas sin dientes. 
  • Cuando los dientes son más de cuatro puede usarse un cepillito muy pequeño y suave. Recuerda que hay cepillos específicos para bebés. También puedes usar el cepillo de dientes dedal, que además de limpiar los dientes, proporciona un suave masaje en las encías, aliviando las molestias de la aparición de los primeros dientes.
  • Antes de los dos años no uses pastas dentales porque los niños las tragan. La higiene hazla sólo con agua. A partir de los dos existen pastas dentales específicas para ellos y que van variando su composición según van creciendo. Utiliza siempre una pasta de dientes adaptada a su edad.
El cuidado de los dientes de leche es importante para una correcta ubicación de los dientes permanentes, además estarás formando un hábito beneficioso y duradero en la vida de tu hijo.


Ante cualquier duda consúltanos, estaremos encantados de atenderte.

miércoles, 14 de noviembre de 2018

MANTÉN LA DIABETES A RAYA!


¿Qué es la diabetes?

La diabetes es una enfermedad crónica en la que tu cuerpo no produce suficiente insulina o no la utiliza con eficacia. Y la insulina la necesitamos para que la glucosa de los alimentos pase a las células del organismo y se convierta en energía para que funcionen los músculos y los tejidos.
Existen varios tipos de diabetes. En la diabetes tipo I tu cuerpo no produce la insulina que necesita y tienes que aportársela mediante inyecciones diarias. En la de tipo II, más común, la insulina producida por tu cuerpo no es suficiente o no hace el efecto necesario en el organismo. En estos casos, para controlar el azúcar en sangre, suele ser suficiente una dieta sana y el aumento de la actividad física. Sólo si la diabetes de tipo II está más avanzada se necesitan pastillas o  dosis diarias de insulina.
En todos los casos, el objetivo es mantener unos niveles de azúcar en sangre normales, lo que te asegurará una vida normal evitando las complicaciones de salud de la diabetes.

¿Podría tener diabetes?

La diabetes se diagnostica midiendo los niveles de azúcar en sangre. Si crees que tienes varios de los síntomas de la figura, acércate a la farmacia y consúltanos o acude a tu médico.
  • La diabetes no siempre es hereditaria, pero existen antecedentes familiares, además de factores como la edad o el sobrepeso, que influyen en su aparición.
  • Es una enfermedad que exige un poco de disciplina. Sin embargo, con autocontrol, unas pautas dietéticas y de ejercicio adecuadas, además de la supervisión del médico y del farmacéutico, es posible llevar una vida normal.
  • No se trata de comer menos, sino de comer mejor:
  • La dieta de un diabético tendrá que ser saludable, es decir, variada y equilibrada, así como baja en grasas, sal y alcohol. Los alimentos ricos en azúcar, así como los fabricados a base de cereales refinados (como bollería, pan blanco o pastas), incrementan la glucosa en sangre de forma muy rápida. Es preferible que tomes cereales integrales, frutas y verduras, ya que aumentan la glucosa en sangre de forma más lenta. Es decir,toma alimentos con carbohidratos complejos y disminuye los alimentos ricos en carbohidratos simples, para reducir los “picos” de glucosa en sangre después de las comidas.
  • Haz cinco comidas al día: desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena (si te administras insulina tendrás que tomar algo antes de acostarte).
  • Puedes comer lo mismo que tu familia, aunque deberás ingerir en menor cantidad determinados alimentos (pasta, arroz, patatas, legumbres). Para no quedarte con hambre, esos días puedes tomar de primero una ensalada.
  • Planifica la comida de la semana para no caer en la monotonía y cumplir con las pautas recomendadas.
  • Si te resulta complicado todo esto disponemos en la farmacia de un servicio de elaboración de dietas personalizadas. Pide cita y nuestra nutricionista te ayudará a seguir estas pautas.
  • Practica ejercicio físico todos los días (por ejemplo, camina durante una hora). Si no puedes, porque te cansas o te duelen las piernas, hazlo gradualmente; cada día un poco más, aunque tengas que descansar o sentarte un rato.
  • Se consciente de que un buen control de la diabetes no implica sólo cuidar el azúcar en sangre. La prevención de las complicaciones asociadas a la diabetes requerirá la vigilancia y el control de distintos “signos de alerta”. Por ello, sigue las pautas de autocontrol y de tratamiento recomendadas y, en caso de observar algún síntoma que te preocupe, acude a tu médico o pregúntanos.
  • Los pies constituyen una de las partes del cuerpo que más problemas pueden originarte. Muchas veces se pierde sensibilidad en ellos, de manera que puede que no te percates de pinchazos, roces, cortes u otras alteraciones. Por lo tanto, deberás cuidarlos con especial esmero para evitar la aparición de erosiones, infecciones y en último término gangrena. Revisa tus pies todos los días y consúltanos cualquier problema o duda.
  • Tan malo es tener el azúcar alto en sangre como tenerlo bajo (hipoglucemia). Los
    síntomas de niveles de azúcar bajos en sangre son muy diversos; no se presentan de igual forma en todos los diabéticos ni en cada episodio. Es importante que cadadiabético sea capaz de identificar cuándo se inicia una bajada de azúcar en sangre para actuar con rapidez y autonomía. Los síntomas pueden ser, en las hipoglucemias
    leves o moderadas: sudoración, cosquilleos, temblor, nerviosismo, ansiedad,
    palpitaciones, hambre o calor. En las hipoglucemias graves: confusión, alteraciones del habla y del comportamiento, convulsiones, somnolencia o coma.

!Y como siempre consúltanos si tienes alguna duda!

martes, 16 de enero de 2018

QUE EL FRIO NO SE TE NOTE EN LA CARA

Cuidados de la piel en invierno

Estos días el frío nos ha cogido un poco por sorpresa, y algunas/os habréis notado sus efectos sobre la piel. El frío afecta a nuestra piel de dos formas:

1. Hace que la circulación se ralentice para reducir la pérdida de calor.

2. Debilita el film hidrolipídico protector: sin esta armadura, la piel se reseca y se vuelve más sensible. Por eso, se enrojece y en ocasiones nos arde. Sin el cuidado facial adecuado, el problema puede empeorar y hacer que la piel se agriete.

Por eso la piel está más seca y su superficie menos suave y lisa debido a las células muertas y las escamas que acumula. La piel refleja menos luz y parece estar más apagada.
A mayores, los cambios bruscos de temperatura al cambiar de ambiente van a volver la piel débil y sensible.

Te recomendamos:

  •  Un limpiador sin aclarado, como el agua micelar; que evite la agresión del agua sobre nuestro rostro. Sin embargo, si tu piel necesita el aclarado para sentirse completamente limpia, puedes usar Agua Termal, que es calmante, fortificante y regenerante gracias a su contenido en minerales beneficiosos.

  • Usa una crema hidratante para tu tipo de piel mañana y noche. Algunas llevan ya incluido el fotoprotector, pero si no lo llevan es lo que hay que ponerse uno a continuación aunque estemos en invierno. Puedes usar en su lugar un maquillaje con fotoprotección.

  • La piel de los labios es muy delicada y con el frío se reseca, se agrieta y puede sangrar. Para evitarlo, aplicar bálsamos y protectores hidratantes. Si los sientes resecos evita humedecerlos con saliva, pues esto los acabará irritando.

  • También es importante usar exfoliantes y mascarillas, que se aplican una o dos veces por semana en función de las necesidades de la piel. En los días que apliquemos la exfoliante y la mascarilla, el primer paso sigue siendo la limpieza. Posteriormente se aplica una crema exfoliante, para después poner la mascarilla, siempre según las necesidades (hidratante, nutritiva, reparadora...).

Y con estos consejos esperamos que estos días de frío no se reflejen en tu piel, y que la mantengas sana, luminosa e hidratada. Ven a vernos ante cualquier duda o problema, estaremos encantados de ayudarte.

martes, 12 de diciembre de 2017

DEPORTE Y NECESIDADES NUTRICIONALES





Si haces deporte de manera habitual ¡enhorabuena! Hoy no te vamos a contar las virtudes de practicar deporte de forma moderada, seguro que ya las conoces. Pero sí te vamos a dar unos consejos nutricionales para que lo practiques con menos sacrificio, sacandole el máximo provecho, y minimizando molestias y lesiones.

A la hora de hacer cualquier tipo de ejercicio es importante que tu dieta te aporte las cantidades correctas de los nutrientes necesarios, ya que así mejorarás la sensación de bienestar, evitarás lesiones y conseguirás hacer deporte de forma más continuada en el tiempo previniendo la fatiga.

Como regla general podríamos decir que una dieta variada y equilibrada es suficiente para cubrir tus necesidades nutricionales si haces deporte a nivel amateur no profesional. En todo caso el mayor gasto energético y desgaste físico generado por el deporte a ese nivel puede requerir un aumento moderado y equilibrado de las cantidades de tu dieta normal, sin ningún otro ajuste.

A niveles más altos de actividad (semi-profesional o profesional) recomendamos acudir a un nutricionista deportivo que valore la dieta y la ajuste a la persona individual y tipo de ejercicio que realice. Consúltanos si es tu caso, podemos aconsejarte.

Aun así, y de forma general, aquí tienes unos consejos sobre nutrientes clave de la dieta que hay que tener en cuenta cuando se hace deporte:
  • Agua
  • Macronutrientes (hidratos de carbono, grasas y proteínas)
  • Micronutrientes (vitaminas y minerales).

Agua

Es el elemento más importante a tener en cuenta, ya que una ligera deshidratación va a repercutir en fatiga y un menor rendimiento. Es importante que mantengas una ingesta correcta de agua tanto antes, durante como después de hacer la actividad física.

Antes: Toma 400-600 ml de agua o bebida deportiva 1-2 horas antes del ejercicio para comenzar la actividad con una hidratación adecuada.

Durante: Bebe a intervalos regulares y adapta el consumo de líquidos al agua que has perdido, no bebas demasiado o te podrá causar malestar abdominal. No esperes a tener sensación de sed, pues ésta aparece cuando ya te has empezado a deshidratar.

Después: La reposición de líquidos después del ejercicio es fundamental, y cuanto antes empieces mejor. Lo ideal es que te peses antes y después del ejercicio, la diferencia de peso será la cantidad de agua que te falta, y será la que tienes que reponer.
Para reponer el líquido perdido bebe agua, zumos o bebidas azucaradas. Te aconsejamos bebidas con electrolitos (sobre todo sodio), que te ayudarán a retener el agua ingerida y reponer las pérdidas de los electrolitos eliminados por el sudor, además de favorecer la absorción de glucosa. Si sólo bebes agua sin electrolitos, repones poco líquido y fomentas la producción de orina.

Hidratos de carbono

Los hidratos de carbono deben ser tu fuente principal de energía al practicar ejercicio. Éstos se almacenan en el músculo y en el hígado en forma de glucógeno. Nuestro objetivo es que, al empezar el ejercicio, los almacenes de glucógeno en el músculo sean altos. Esto te garantizará una fuente de energía inmediata para tus músculos que retrasará la fatiga y te permitirá realizar ejercicio por más tiempo o con más intensidad sin bajar el rendimiento.

Para mantener tus depósitos de glucógeno altos toma hidratos de carbono complejos (pasta, patata, arroz) 1,5 ó 2 h antes del ejercicio. Estos hidratos de carbono complejos, en su digestión, irán liberando azúcar a la sangre de forma progresiva, lo que mantendrá un aporte duradero de éstos, y facilitará su incorporación a las reservas de glucógeno. En contrapartida su asimilación requiere un proceso de digestión, que puede restarte energías en medio de una actividad física si los ingieres justo antes o durante tu sesión de entrenamiento. Por eso te recomendamos tomarlos con antelación.

Los hidratos de carbono sencillos, o azúcares sencillos (glucosa, bebidas azucaradas, azúcar de mesa -sacarosa-, miel) se absorben prácticamente sin una digestión previa y elevan los niveles de azúcar en sangre rápidamente. Como no necesitas digerirlos para asimilarlos, no te van a restar energías en tu entrenamiento. Estas características los hacen apropiados como aporte de energía justo antes de comenzar el ejercicio o durante el mismo.

Toma hidratos de carbono complejos y con poca fibra para evitar posibles molestias gastrointestinales (patata, cereales refinados como pan blanco, pasta o arroz) con antelación suficiente al entrenamiento o prueba deportiva (1,5-2 h) para que de tiempo a su digestión y a recargar los depósitos de glucógeno del músculo.

Justo antes del entrenamiento o de la prueba deportiva, toma hidratos de carbono sencillos de forma controlada, que van a servir de recurso energético inmediato y no van a mermar tu rendimiento.

Si haces un deporte de resistencia de larga duración es importante que tomes un suplemento de hidratos de carbono durante el ejercicio (a partir de los 40 minutos), así retrasas al máximo la aparición de fatiga ayudando a mantener constante la glucosa en la sangre y mejorando el rendimiento.

Para recuperarte cuanto antes tu entrenamiento o prueba, repón los depósitos de glucógeno muscular agotados justo después del ejercicio, sobre todo en la media hora posterior, tomando hidratos de carbono sencillos (fruta, galletas, zumos…). Así conseguirás una recuperación más rápida, menor sensación de cansancio y estarás preparado para una nueva sesión de entrenamiento antes.

Grasas

Cuando haces deporte las grasas deberían ser entre 1/5 y 1/3 de la energía total ingerida. Las grasas tienen un alto contenido energético, pero requieren de un proceso de digestión más lento y no son una fuente de energía tan inmediata como los hidratos de carbono.

Inclúyelas en tu dieta con moderación, ya que son necesarias por su alto contenido energético (sobre todo en ejercicios de larga duración) y para aportar los ácidos grasos y las vitaminas liposolubles que necesitas.

Intenta no tomar grasas en las horas antes al ejercicio para facilitar el vaciado del estómago y no tener molestias durante el entrenamiento o prueba.

Igualmente no tomes grasas durante el ejercicio.

Las reservas de grasa normalmente son suficientes como para no agotarlas durante el ejercicio, por lo que no es necesario que las repongas específicamente después de éste.

Proteínas

Si eres deportista necesitarás una mayor cantidad de proteínas en la dieta debido a que tienes una mayor cantidad de masa muscular y un mayor gasto de éstas durante el ejercicio físico, pero también tienes mayores necesidades del resto de nutrientes, así que realmente la proporción de proteínas que necesitas en la dieta se mantiene constante. Con una dieta equilibrada tendrás el aporte de proteínas necesario sin hacer ningún ajuste. Come equilibrado como siempre.

Es frecuente que se cometa el error de aumentar la ingesta de proteínas, y se reduzca paralelamente la cantidad de hidratos de carbono con la intención de perder peso sin perder masa muscular. Esta práctica te llevaría a un menor rendimiento deportivo y a una mayor fatiga física. Además, un consumo excesivo de proteínas podría dañarte los riñones, provocarte una mayor pérdida de agua en un sobreesfuerzo renal y un riesgo de deshidratación, con la consiguiente pérdida de rendimiento deportivo. Otras consecuencias no deseadas del aumento excesivo de proteínas en la dieta son la formación de cálculos renales, eliminación de calcio del organismo con el consiguiente peligro de osteoporosis, y el aumento del ácido úrico en sangre (que puede producir gota). Nada recomendable.

Una vez que te hemos convencido de que no es necesario que alteres la composición de tu dieta habitual para enriquecerla en proteínas, sí que puede ser interesante que, tras el entrenamiento o competición, la ingesta de hidratos de carbono que hagas vaya acompañada de proteínas o aminoácidos. Hay estudios que sugieren que así favorecemos la síntesis de glucógeno y de proteínas. Pero insistimos, dentro de las cantidades normales de una dieta sana.

Micronutrientes


Una alimentación variada y equilibrada suele ser suficiente para cubrir las mayores necesidades de vitaminas y minerales que se necesitan. Aun así, si te cuesta llevar una dieta equilibrada puede que necesites recurrir al uso de suplementos.
  • Vitaminas B1, B2 y niacina: intervienen en el metabolismo energético por lo que sus necesidades aumentan en el deportista, debido al mayor gasto por actividad.
  • También es necesario ingerir una mayor cantidad de vitamina B6, porque interviene en el metabolismo de las proteínas.
  • En el deporte se produce un aumento de radicales libres con lo que hay que aumentar la ingesta de nutrientes que poseen actividad antioxidante, como la vitamina C, vitamina E, beta-caroteno, cinc, selenio,...
  • Hay que aumentar el consumo de calcio ya que el ejercicio intenso produce una desmineralización del hueso.
  • La deficiencia de hierro es relativamente frecuente, especialmente en las mujeres por tener unas necesidades más elevadas que los hombres, y si se hace ejercicio físico se necesita en mayor cantidad.



  
Otros suplementos

A parte de los nutrientes existen sustancias que se utilizan como complementos en situaciones de esfuerzo muscular y puedes encontrar en suplementos alimenticios para deportistas:

Creatina

La creatina normalmente es aportada por la dieta (carnes y pescados) y es una eficaz ayuda en ejercicios muy breves e intensos separados por cortos intervalos de recuperación, como en el entrenamiento con pesas o en deportes en los que el trabajo se desarrolla de forma intermitente (fútbol, baloncesto, tenis…).
También se emplea para lograr un aumento de la masa muscular cuando se inicia un entrenamiento de resistencia. Es importante señalar que el empleo de este compuesto no debe sobrepasar las dosis seguras ya que puede dañar los riñones.

Carnitina

Se trata de un compuesto necesario para la metabolización de las grasas y normalmente lo obtenemos de la dieta (carnes, lácteos) o lo sintetiza el propio cuerpo. Sin embargo, su aporte extra en forma de suplementos no ha demostrado ningún tipo de efecto positivo sobre la resistencia.

Aminoácidos ramificados

Ingerir aminoácidos ramificados (leucina, isoleucina y valina) antes y después del deporte, además de incrementar la síntesis proteica tras el ejercicio, parece disminuir el daño muscular producido como consecuencia del mismo.

También se los ha relacionado con una disminución de la sensación de fatiga.

Sin embargo, no se ha podido demostrar la eficacia de su uso en el rendimiento deportivo.

Beta-hidroxi-beta-metilbutirato (HMB)

Este compuesto parece que actúa inhibiendo la degradación de la proteína del músculo e incrementa la masa magra y la fuerza. Tendría mayor efecto en personas que van a iniciar un entrenamiento que en aquellas con entrenamiento previo.

Sin embargo, los resultados de los estudios que contemplan la suplementación con HMB son contradictorios, no existiendo resultados concluyentes.

Cafeína

La cafeína mejora la alerta, la concentración y la memoria reciente. Administrada 45-60 minutos antes del ejercicio aumenta el rendimiento deportivo, tanto en deportes de resistencia como en ejercicios intensos de corta duración. Estimulando el sistema nervioso central, aumenta el consumo de grasas y retrasa el consumo de glucógeno. Mejora la contracción muscular y reduce la sensación de esfuerzo y la percepción del dolor durante el ejercicio.

No se debe abusar de ella pues puede provocar efectos adversos como insomnio, alteraciones gastrointestinales, irritabilidad, dolor de cabeza, arritmias, temblores musculares y alucinaciones.

Bicarbonato y citrato sódico

El bicarbonato y el citrato sódico mantienen el pH muscular. El ejercicio intenso hace que disminuya el pH de la sangre y especialmente el pH muscular, lo que provoca la aparición de fatiga. Al mantener el pH, estas sustancias pueden retrasar la aparición de fatiga y mejorar el rendimiento deportivo, especialmente en ejercicios de corta duración y alta intensidad.

Las altas dosis, especialmente de bicarbonato sódico, pueden provocar trastornos gastrointestinales, con náuseas y diarrea, pero depende de la sensibilidad del individuo y se suelen ver atenuados cuando los suplementos se consumen con agua, preferiblemente con algo de hidratos de carbono.


Y entonces… ¿Cómo hago?

Después de leer todo esto te parecerá que adaptar tu dieta a la práctica deportiva es una tarea muy complicada sólo apta para los profesionales. Nada más lejos de la realidad.

Sólo es necesario que ajustes las cantidades de comida de tu dieta equilibrada, sana y variada, al mayor gasto energético y desgaste físico que supone el deporte.

Hidrátate bien antes, durante y después de la actividad.  

Y si quieres seguir nuestros consejos, existen en la farmacia suplementos deportivos de calidad que te ofrecen soluciones sencillas y adaptadas a tu actividad.

Ven y te ayudaremos a encontrar el mejor para ti con la calidad y la confianza de la farmacia.